Una niña muy pequeña, un joven árbol, varios docentes emplumados y una flamante directora -quien todavía no terminó de conocer el último rincón de la escuela y ya voló como paloma por los encuentros de los viernes- representan esta breve obra de Ricardo Mariño con amores, raptos, persecuciones y los mejores condimentos.
Muy bueno! Un cuervo que se reencontró con sus sentimientos!
ResponderEliminar